En sus 160 páginas la publicación inmortaliza a las bandas que hicieron historia y a gente común en las calles de Seattle y Nueva York, desde la gestación de la corriente durante la segunda mitad de los años 80 hasta su apogeo a principios de los 90, siendo no sólo un homenaje para sus líderes musicales sino también una radiografía de la estética del período.
Y como la moda es cíclica y la invasión ochentera está cediendo terreno a las camisas escocesas, jeans rasgados, sweaters gigantes, bototos y toda la indumentaria característica del grunge de los noventas, creo que este libro no pudo haber llegado en mejor momento.
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